EDUCAR EN LAS NUBES

 Yo iba a hacer aquí una despedida, no sé si definitiva o temporal. Algo así del rollo de "ha sido muy guay esto de crear un blog e ir nutriéndolo poco a poco (parece que estoy hablando de un bebé) y blablabla. Pero mira, como me parecía una entrada vacía de contenido, y, porque no decirlo, un peñazo, he decidido que mi entrada número 20 debía ser algo más entretenido.  Así que olvidémonos de que esta podría (o no) ser la última entrada de este blog y pasemos a hablar de lo que he decidido contaros hoy.  Aprovechando que en mi última entrada hablé de que soy un poco hipocondriaca y que en épocas de examen eso más que sumar, resta y mucho, he decido hablaros precisamente de eso, de la hipocondría.  Para empezar por el principio, ¿qué es la hipocondría? La hipocondría o hipocondriasis es una enfermedad por la que el paciente cree —de forma infundada— que padece alguna enfermedad grave. Básicamente es la preocupación o el miedo a tener una enfermedad grave, basado en diagnósticos y

Bueno, creo que debería empezar esta entrada aclarando que soy una persona un poco hipocondriaca (no estoy diagnosticada, pero esto corre en mi familia). Como tal, cada vez que tengo síntomas de algo o dudas sobre algo hago lo peor que podría hacer: recurrir a google .  Pues bien, hoy os vengo a compartir lo que encontré sobre nuestras amigas las cucarachas cuando me encontré con algunas de ellas en mi piso este año y me dió por buscar sobre ellas.  ¡ATENCIÓN!  Si no quieres tener pesadillas o encontrarte al borde de un ataque de ansiedad cuando te encuentres a estos bichillos yo que tú dejaría de leer (sí, te estoy invitando a dejar de leerme, lo más normal para venderte vaya). Aunque también os voy a dejar los tips que he adquirido sobre ellas, así que igual esta estrada os resulta útil en algún momento.  Pues mira, para empezar, en mi búsqueda aprendí que hay distintos tipos de cucarachas , entre ellas están las que habitan mi casa que son las conocidas como cucharachas alemanas o

A ver, cómo digo esto: he intentado empezar esta entrada tres veces y todo lo que he escrito lo he borrado, así que voy a dejar por aquí este comienzo poco ortodoxo y me voy a quedar tan agusto.  El trabajo de profesor (independientemente del nivel de enseñanza al que te dediques) es una profesión que exige mucho del trabajador. No sólo tienes que enseñar una asignatura, sino que tienes que ser tutor, consejero, animador, resolutor de conflictos y un largo etc.  Yo no sé hasta que punto se puede exigir tanto de una persona, pero dejando ese debate un poco de lado, voy a hablar de esa última competencia que le corresponde a un profesor: resolver conflictos .  Sinceramente, con lo poco que me gusta involucrarme en conflictos así en general, sé que este puede ser uno de mis puntos debiles, sobre el que tendré que trabajar.  Hoy he de admitir que estoy poco creativa, así que voy a tomar prestado parte del contenido de esta entrada de las situaciones y medidas propuestas en clase. Además, n

Mira, yo no sé vosotros, pero yo con el título de esta entrada ya llevo un rato cantando mentalmente la canción de Aladdin de "Un mundo ideal". ¿Qué tiene que ver esto con la entrada, Marta? Pues mira, en verdad nada, pero ya que tengo la cancioncilla en mi cabeza quería enviarla a las vuestras (de nada). Bueno, volviendo (o más bien empezando) al tema que nos compete hoy (uf, que profesional me ha quedado eso) hoy no he venido a hablaros de mi libro. No, hoy os voy a retratar brevemente la imagen que yo me hago de lo que sería un tutor ideal .  Para empezar por el principio, ¿qué es un tutor?   Un tutor (educativo) es aquel que, siendo asignado por el centro (por el director y el jefe de estudios concretamente), tiene las competencias de orientar y guiar a sus alumnos en el proceso educativo durante uno o varios cursos escolares.  Así que, teniendo la definición clara, voy a dejaros aquí los valores, cualidades personales y habilidades sociales y competencias profesionales q