Mis pequeñas y traúmaticas nuevas amigas: las cucarachas.

Bueno, creo que debería empezar esta entrada aclarando que soy una persona un poco hipocondriaca (no estoy diagnosticada, pero esto corre en mi familia). Como tal, cada vez que tengo síntomas de algo o dudas sobre algo hago lo peor que podría hacer: recurrir a google

Pues bien, hoy os vengo a compartir lo que encontré sobre nuestras amigas las cucarachas cuando me encontré con algunas de ellas en mi piso este año y me dió por buscar sobre ellas. 

¡ATENCIÓN! 

Si no quieres tener pesadillas o encontrarte al borde de un ataque de ansiedad cuando te encuentres a estos bichillos yo que tú dejaría de leer (sí, te estoy invitando a dejar de leerme, lo más normal para venderte vaya). Aunque también os voy a dejar los tips que he adquirido sobre ellas, así que igual esta estrada os resulta útil en algún momento. 

Pues mira, para empezar, en mi búsqueda aprendí que hay distintos tipos de cucarachas, entre ellas están las que habitan mi casa que son las conocidas como cucharachas alemanas o rubias y cuyo nombre científico es Blattella germanica

También he averiguado que debido a que viven en lugares un poco insalubres, tales como tuberías y desagües y tal, pueden transmitirnos de forma indirecta unas cuantas enfermedades e infecciones en las que no voy a entrar en detalle para que no os empiece a picar todo el cuerpo cada vez que os encontréis a una de estas amiguitas.

También les gusta vivir en lugares calentitos, como debajo de los motores de los electrodomésticos, un ejemplo sería debajo de la nevera.  

Además es que comen de todo, así que si os visitan en vuestra casa, guardar la comida bien precintada y a poder ser en la nevera, porque también pueden consumir plásticos y llegar a vuestra comida. Y si osan posar su patas sobre vuestra comida tenéis altas probabilidades de cómo poco sufrir una Gastroenteritis. 

El hecho de que comen de todo es tan cierto que hasta son canívales, se comen los cadáveres de otras cucarachas muertas, así que si os encontráis cadáveres por la casa recogedlos y dadles una correcta sepultura. 

El último dato que os daré sobre ellas, es que suelen salir de noche a buscar comida, así que ese es el momento del día en que las vereis más. Si empezáis a verlas abundantemente de día preocuparos, porque eso significa que hay tantas en su nido que tienen que salir de allí incluso de día: este sería el momento idóneo para llamar a un experto y dejar de buscar soluciones por internet. 

Voy a dejar por ahora los datos espeluznantes y voy a pasar a donaros los tips que he ido consiguiendo:

  • El amoniaco es tu amigo (cuidado con las intoxicaciones por favor), ya que las cucarachas lo odian. Esto es lo más efectivo que he encontrado.
  • La lejía se la trae al pairo, a no ser que se ahoguen en ella es nada y menos para ellas, porque nuestras pequeñas (o no tan pequeñas) amiguitas son casi antidestructibles. 
  • Existen trampas para cucarachas. Sí, lo habéis leido bien, hay unas trampas para estos bichillos que parecen un gracioso ambientador. Las cuquis comen de esas trampas, que lógicamente tienen algún tipo de veneno que hace que se pongan malitas y dejen de existir, y, además, al volver con las demás de sus especie se lo pegan y mueren todas con las que esté en contacto, no solo la que haya comido de la trampa. 
  • Mi aportación personal en la materia ha sido la creación de barreras arquitectónicas: cómo averiguamos que salían del desague de la ducha, tapándolo con un cubo evitamos qe salgan por ahí. 
Esto es todo lo que os puedo aportar por hoy, espero que nunca necesitéis esta información, pero en caso contrario espero que os sirva. 

Comentarios

  1. Muy curiosa y educativa tu entrada. He oído que las cucarachas salmantinas son muy guapas xD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uf, a esas no he tenido el placer de conocerlas, pero las vallisoletanas son horrendas jajaja

      Eliminar
  2. Bendito amoniaco. Espero no tener que enfrentarme a ellas. Y mira al final has aprendido muchas cosas...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja real. De todo se aprende, hasta de tener cucarachas 🤦🏻‍♀️

      Eliminar
  3. Madre mía la entrada que acabo de leer! Pero oye, que el agradecimiento infinito por tus aportaciones al mundo de la matanza de cucarachas es poco; aquí gracias a la vida no me he encontrado aún -y toco madera para que siga así- pero me apunto el amoniaco, gracias Marta!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja me alegro de ser útil, pero espero que no lo necesites

      Eliminar
  4. No voy a decir que las cucharachas son nuestras amigas ni son adorables pero, como papi de dos ratas (animales a los que la gente tiene asco y temor) he de decir que igual no deberíamos, al menos, tenerles (a las cucarachas) tanto miedo como les tenemos, muy interesante la entrada, ahora te dejo que voy a busca amoníaco que tengo una pequeña tarea... <.<

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja muy fan del final de tu comentario. A ver, en tu caso, las tienes como animal doméstico, pero las ratas como animal salvaje pues también puedes transmitir un montón de enfermedades y tal, que yo creo que de ahí viene el asco, pero a nivel doméstico son chulis!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Vamos a hablar de películas (y de profesores, claro).

La educación en España.