Los TEA, sus posibilidades (y no sus limitaciones).

Empecemos por el principio: las siglas TEA hacen referencia a Trastornos del Espectro Autista. Seguro que todos habéis oido hablar del autismo o del Síndrome de Asperger, bien, pues todo estos trastornos está hoy recogidos por el término TEA, ya que actualmente se consideran grados de un mismo trastorno por así decirlo.

He decido hablar de esto porque mi Trabajo de Fin de Grado fue sobre Biomarcadores de los TEA, así que acabé acumulando una cantidad de información importante sobre el tema que me viene bien aquí. 

Los trastornos del espectro autista (TEA) describen un conjunto de trastornos del neurodesarrollo complejos asociados con déficits de comunicación social y comportamientos sensitivo-motores inusuales. Actualmente, el autismo se ve como un espectro, que puede variar desde condiciones leves hasta graves. El término TEA recoge varias condiciones que previamente se encontraban separadas, siendo éstas el trastorno autista, el síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo infantil y los trastornos generalizados del desarrollo no especificados. La etiología de los TEA es compleja, amplia, y en gran medida aún desconocida. 

Vaya, que los niños con TEA tendrán mayor dificultad en la comunicación con sus compañeros, así cómo en el desarrollo de habilidades sociales, así como comportamientos inusuales ya sea emocionalmente o en el campo motor. ¿Esto les impedirá llevar una vida plena? Yo digo que no, ya que son campos en los que pueden trabajar, para ellos es más difícil, pero no imposible. La clave, cómo se ha ido viendo en las investigaciones, está en diagnosticar estos TEA cuanto antes, ya que se ha visto que si se pilla en edades tempranas (cuanto antes mejor), se puede empezar a trabajar con ellos desde que son muy pequeños y las terapias resultan muy útiles a la hora de preparar a estos niños par el mundo en el que se van a ver envueltos. 

Llevado al campo educativo, los niños con TEA son igual de inteligentes (o en algún caso más) que el resto de niños, pero carecen de la inteligencia emocional para desarrollar y demostrar sus capacidades de forma plena. Yo creo que la clave para que estos chicos puedan participar en el sistema educativo plenamente está, como he dicho anteriormente, en el diagnóstico precoz de estos trastornos y la implementación de terapias o tratamientos desde edades muy tempranas y a manos de profesionales, ya que esto les facilitará en el futura un paso por el sistema educativo eficaz. 

Como curiosidad para los más interesados y ya que puedo, como autopromoción os dejo por aquí la presentación de mi TFG que iba precisamente encaminado a la búsqueda de métodos de diagnóstico más eficaces para los TEA, que permitan diagnosticarlos cuanto antes.